¿Practicas deporte y padeces alguna enfermedad crónica? Esto te puede interesar
Índice de contenidos:
- Alfredo, un gran corazón
- Rocío, esfuerzo sin recompensa
- Elena, dulces sueños
- ¿Quién ayuda a Alfredo, Rocío y Elena? ¿Y quién me ayuda a mi?
- Doctor Google
- La zona crítica
- Mi solución
Alfredo, un gran corazón
Alfredo es una de tantas personas, de mediana edad, que se preocupan por su salud.
Intenta llevar unos adecuados hábitos de vida, no fuma, no se priva de nada a la hora de comer aunque no hace excesos y cumple cada día con su medicación para la hipertensión arterial y una leve insuficiencia cardiaca.
Alfredo sabe que la actividad física y el deporte son buenos para su salud. Le gusta mucho, es su pasión. Los fines de semana no son lo mismo sin la habitual salida con la bici de carretera, acompañado por su grupo de amigos. A veces, si el trabajo lo permite, suele haber una salida más durante la semana, el miércoles o el jueves.
Sin embargo, desde hace una par de semanas, Alfredo no acude al lugar de reunión habitual para la salida semanal.
Está un poco preocupado por su desempeño durante las últimas semanas. Como a casi todo ciclista que disfruta de su deporte, le gusta ir acompañado de sus amigos, sin sacar de punto a nadie y sin que le dejen atrás.
Pero Alfredo se está dando cuenta de que cuando la carretera se empina, le cuesta seguir el ritmo de los demás.
Al principio pensó que se trataba simplemente de un mal día, de haber descansado mal o de no haber recargado los depósitos durante la semana.
Pero día tras día, sufre en exceso y siente ser una carga para el ritmo del grupo.
Lo cierto es que a sus compañeros no les molesta en exceso tener que esperarle en determinados momentos de la ruta, pero Alfredo se desanimó y empezó a preferir salidas en solitario hasta ponerse en forma.
Comenzó a seguir un plan físico personalizado que le prepararon en el gimnasio y apreció ciertas mejoras, pero seguía sin estar a la altura.
En una de sus visitas al centro de salud para sacar sus recetas, decidió hablar con su médico de familia para plantearle el tema y buscar una solución. Este, le animó a seguir con la práctica deportiva, pero si no podía llegar más lejos, debía asumirlo como una limitación de su condición de salud y continuar con su medicación tal y como estaba prescrita, pues el resultado del tratamiento estaba siendo adecuado.
Rocío, esfuerzo sin recompensa
Rocío es una chica joven – así al menos se considera ella- que habitualmente retira la medicación de su padre de la farmacia y además se ocupa de preparársela en casa, pues está comenzando a padecer los primeros síntomas de demencia senil.
Con todo la dedicación a su padre más el trabajo, apenas le queda tiempo libre para otras actividades.
Hace dos semanas, a Rocío le hicieron la analítica de sangre del reconocimiento médico de empresa, como cada año y esta vez ve, con sorpresa, que sus valores de colesterol están más altos de lo normal.
Como es natural, decide ir a su médico de familia para ver qué es lo ha cambiado desde el año anterior, por si hubiera que repetir el análisis.
El médico decide hacer un estudio de su colesterol un poco más extenso con una nueva analítica y los resultados se repiten: están elevados.
“Claro, con todo el lío de mi padre, el trabajo, el estrés….la verdad es que me queda poco tiempo para otras actividades y me estoy moviendo muy poco. Además, no sé si estoy comiendo del todo bien….” comenta Rocío a su médico.
Así las cosas, el doctor hace varias recomendaciones: lo primero, eliminar de su dieta habitual todo aquello que puede subir el colesterol; segundo, comenzar a realizar ejercicio físico y si aun así su colesterol no disminuye, tendría que comenzar con la medicación.
Y manos a la obra; nuestra amiga Rocío empieza a comer un poco más sano, pero lo que se dice tiempo para el ejercicio, tiene poco. Apenas media hora cada día, que dedica a caminar rápido las primeras semanas e intentar correr poco a poco las siguientes.
La verdad es que nunca ha hecho demasiado ejercicio físico y no está acostumbrada a correr.
Después de tres meses, está contenta, porque ha bajado tres kilos de peso y lo de correr parece que se la va dando mejor.
Es hora de repetir la analítica y ver los resultados del trimestre de esfuerzo y dedicación.
Vaya desilusión; cuando Rocío acude a la consulta, su médico le explica que aunque el colesterol está más bajo, aún se encuentra por encima de lo normal.
Y esto, ya sólo se soluciona con medicación.
Rocío piensa que puede dar un poco más de sí con el ejercicio y además de correr, se apunta al gimnasio. Pero también comienza con su tratamiento para bajar el puñetero colesterol.
A cabo de tres semanas, la desilusión se apodera de Rocío: no se explica porqué cada día está más cansada, no se le quitan las agujetas y le resulta casi imposible continuar con el deporte.
Elena, dulces sueños
Elena tiene 25 años y fue diagnosticada de diabetes hace año y medio. Comenzó con su tratamiento, además de seguir ciertos cambios en su alimentación y hábitos de vida que la dio su médico de familia.
La verdad es que la aparición de la diabetes fue un poco sorpresiva para ella, porque desde la infancia practicó deporte con de forma habitual y nunca se había sentido mal.
El caso es que desde un tiempo a esta parte, o por haber aumentado la cantidad de actividad física, o por la aparición de la diabetes o por el tratamiento con medicamentos que está llevando, se siente excesivamente cansada a diario, pasa algo de hambre y además no termina de controlar su glucosa, que se le dispara por la mañana.
No sabe ya qué comer y cuando hacerlo y el cansancio le está haciendo plantearse si no estará apretando más de la cuenta con el deporte.
Su médico insiste en que la actividad física es fundamental en un a persona diabética y no debería dejar de tenerla como una constante en su vida, pero si realizar excesos.
Santiago es el marido de Elena.
Es monitor de fitness en un centro deportivo y le ha elaborado varias tablas de ejercicios para la semana, con el objetivo de fortalecer, mejorar su forma física y reducir el cansancio que se apodera de ella cada día.
Está intentando adaptar el ejercicio a la realidad de la enfermedad de su mujer, pero no logra dar en el clavo y Elena se desespera sin encontrar una solución.
¿Quién ayuda a Alfredo, Rocío y Elena? (¿Quién me ayuda a mí?)
Rocío, Alfredo, o Elena son tres de las muchas, miles de personas, que desarrollan algún tipo de actividad física, practican deporte y padecen, en mayor o menor grado, alguna enfermedad crónica que les obliga a tomar medicación cada día.
Todos ellos cuentan con el seguimiento de su médico de familia o especialista, para consultar las dudas que les plantee su enfermedad. En algunos casos, nutricionistas o monitores deportivos les ayudan a solventar las dudas de su actividad física o su dieta. Incluso, a veces, un entrenador especializado en una disciplina deportiva les ayuda con su plan para aumentar su rendimiento deportivo.
En cualquier caso, cada profesional domina su parcela y puede aconsejar en lo relativo a su esfera de trabajo, pero, ¿y lo que compete a más de una parcela?
Doctor Google
Google se ha convertido en nuestro noticiario, nuestro hombre del tiempo, nuestro asesor laboral, nuestro nutricionista, nuestra central de reservas de vacaciones y también en nuestro médico…… o farmacéutico.
¿Por qué no iba a poder ayudar a Alfredo, Rocío, Elena?
Si escribimos en el buscador de Google los términos rendimiento deportivo, salud, aparecen ¡54 millones doscientas mil páginas! Ayuda de sobra, ¿verdad?
Pero es que si esas mismas palabras las introducimos en inglés, sport performance, health, obtenemos ¡708 millones de páginas web dispuestas a solucionar nuestro problema!
Veamos con más detalle: si los términos son deporte, medicación, tenemos 8 millones doscientas mil páginas que nos ofrecen algún tipo de información y si son rendimiento deportivo, medicación, efectos secundarios, salud, la cosa se reduce, pero aun así, son 2 millones setecientas setenta mil páginas. No tendríamos tiempo de verlas todas.
¿Cuántas veces hemos ido a buscar en internet respuestas que nuestro médico, nuestro dietista, nuestro monitor de fitness o nuestros conocidos no nos han dado o nos han dejado dudas? Muchas, seguro.
Y es aquí donde está el gran problema de Alfredo, Rocío o Elena. O de tantas otras personas. Incluido tú.
Que podemos encontrar cualquier tipo de respuesta en internet y no sabemos muy bien quién está detrás de cada información, de dónde procede la información y si es fiable.
Por no hablar de las múltiples contradicciones que nos encontramos; lo que para algunos es blanco, para otros es negro……. O los bulos que periódicamente aparecen vía redes sociales o whatsapp (https://saludsinbulos.com/ ) ¿de quién se fía uno?
La zona crítica
La zona crítica es esa parcela que tienen en común médico, nutricionista, monitor de actividad física o entrenador especializado (Figura 1).
Esa zona común, de confluencia de las tres actividades (el medicamento o medicamentos de mi enfermedad, mi actividad física o deporte y mi nutrición o suplementación deportiva) y que por separado, ninguno de ellos puede abarcar, es en la que se encuentra la respuesta que Alfredo, Rocío o Elena están buscando.
Es una información difícil de encontrar porque reúne aspectos relacionados con la respuesta de los medicamentos en cada individuo y su influencia en la actividad física y el deporte; en cómo en las personas que padecen determinadas enfermedades es necesario individualizar las pautas nutricionales, no sólo en cuanto a mejorar en rendimiento deportivo, sino simplemente por una cuestión de salud. Y cómo las distintas maneras de planificar una actividad física o deportiva deben adaptarse a las características de cada individuo, que padece una determinada enfermedad y que además, está en tratamiento con medicamentos.
Mi solución
Y esa es mi solución, las respuestas que yo, a través de mi experiencia y mi formación, puedo aportar, con herramientas exclusivas que permiten individualizar los consejos y las pautas de trabajo para obtener esos resultados que Alfredo, Rocío o Elena han buscado y no han podido encontrar.
Y que a buen seguro, también tú has buscado en internet, en foros, a través de amigos o compañeros de fatigas en el deporte y que nos has podido o no has sabido hallar.
Si quieres saber más acerca de las soluciones que te ofrezco, visita mi página web, https://www.farmarendimiento.com/ donde podrás descargarte una guía gratuita y saber más acerca de los servicios que ofrezco.
Gracias don Luis por la Guía. Seguiré las pautas que se reseñan.
Estimado Aaron:
Gracias por descargar la guía gratuita.
Para cualquier aclaración que necesites, puedes volver a contactar conmigo.
Un saludo
Luis E. Sáez.